domingo, 26 de abril de 2015

Rafael Alberti

Rafael Alberti

Biografía: Rafael Alberti Merello (El Puerto de Santa María, Cádiz, 15 de diciembre de 1902- Falleció, 28 de octubre de 1999) fue un escritor español, especialmente reconocido como poeta, miembro de la Generación de 27. Está considerado uno de los mayores literatos españoles de la llamada Edad de Plata de la literatura española. Cuenta en su haber con numerosos premios y reconocimientos. Murió a los 96 años. Obra: Cabe distinguir 5 momentos en la lírica albertiana: neopopularismo, gongorismo, surrealismo, poesía política y poesía de la nostalgia. -Del primer ciclo de su poesía se destaca "Marinero en Tierra" , "La amante" y el "Alba del Alhelí". -Del segundo momento las obras a destacar son: " Cal y Canto" y la primera parte de " Sobre los Ángeles". -La citada obra abre la tercera parte (la surealista); Otras obras de esta etapa son " Sermones y moradas" "Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho 2 tontos" "Con los zapatos puestos tengo que morir" " Consignas" " Un Fantasma recorre Europa ", 13 bandas y 48 estrellas", " Nuestra diaria palabra" y De un momento a otro. -En el exilio inicia su cuarta etapa. Entre la obra de esta etapa destaca: "Entre el clavel y la Espalda" " A la Pintora", " Retornos de lo vivo lejano" "Abierto a todas horas" y " Canciones para Altair". -Entre su obra dramática se encuentra "De un momento a otro" y "El adefesio". Por último cabe mencionar dos guiones que hizo para cine: "El gran amor de Bécquier" y " La dama duende". El tronco común a su obra es la nostalgia.

lunes, 23 de marzo de 2015

Miguel Hernández

(Orihuela, 1910 - Alicante, 1942) Poeta español. Adscrito a la Generación del 27, destacó por la hondura y autenticidad de sus versos, reflejo de su compromiso social y político.
Nacido en el seno de una familia humilde y criado en el ambiente campesino de Orihuela, de niño fue pastor de cabras y no tuvo acceso más que a estudios muy elementales, por lo que su formación fue autodidacta.
Su interés por la literatura lo llevó a profundizar en la obra de algunos clásicos, como Garcilaso de la Vega o Luis de Góngora, que posteriormente tuvieron una marcada influencia en sus versos, especialmente en los de su etapa juvenil. También conoció la producción de autores como Rubén Darío o Antonio Machado. Participó en las tertulias literarias locales organizadas por su amigo Ramón Sijé, encuentros en los que se relacionó con la que luego fue su esposa e inspiradora de muchos de sus poemas, Josefina Manresa.
Con veinticuatro años viajó a Madrid y conoció a Vicente Aleixandre y a Pablo Neruda; con este último fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. Las ideas marxistas del poeta chileno tuvieron una gran influencia sobre el joven Miguel, que se alejó del catolicismo e inició la evolución ideológica que lo condujo a tomar posiciones de compromiso beligerante durante la Guerra Civil.
Tras el triunfo del Frente Popular colaboró con otros intelectuales en las Misiones Pedagógicas, movimiento de carácter social y cultural. En 1936 se alistó como voluntario en el ejército republicano. Durante la contienda contrajo matrimonio con Josefina Manresa, publicó diversos poemas en las revistas El Mono Azul, Hora de España y Nueva Cultura, y dio numerosos recitales en el frente. El fallecimiento de su primer hijo (1938) y el nacimiento del segundo (1939) se añadieron como motivo inspirador de su obra poética.
Terminada la guerra regresó a Orihuela, donde fue detenido. Condenado a muerte, luego se le conmutó la pena por la de cadena perpetua. Después de pasar por varias prisiones, murió en el penal de Alicante víctima de un proceso tuberculoso: de esta forma se truncó una de las trayectorias más prometedoras de las letras españolas del siglo XX.
La poesía de Miguel Hernández
Aunque cronológicamente el autor debería pertenecer a la llamada promoción del 35, de la que formaron parte poetas como L. Rosales o L.M. Panero, el estilo de su obra y su relación con los representantes de la Generación del 27 hacen que se le considere el miembro más joven de esta última, el "genial epígono del grupo" en palabras de Dámaso Alonso. Su trayectoria como escritor dio comienzo con algunas colaboraciones en la revista de tendencia católica El Gallo Crisis, dirigida por Ramón Sijé.
Su primer volumen de versos, Perito en lunas (1934), está formado por 42 octavas reales en las que los objetos cotidianos y humildes son descritos con un hermetismo formal en el que trasluce claramente el magisterio gongorino. Sin embargo, en otros poemas de la misma época se intuye una mayor soltura verbal y el inicio de su compromiso con la causa de los desheredados.

El poeta tal y como lo retrató Buero Vallejo en prisión
En 1934, después de dar a conocer en la revista Cruz y Raya el auto sacramental Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras, de carácter calderoniano, comenzó la que a la postre fue considerada su obra maestra y de madurez, El rayo que no cesa (1936), que inicialmente pensaba titular El silbo vulnerado. La vida, la muerte y el amor (éste como hilo conductor del poemario) son los ejes centrales de un libro compuesto mayoritariamente por sonetos y deslumbrante en su conjunto, aunque destaca alguna elegía como la dedicada a la muerte de Ramón Sijé, escrita en tercetos encadenados y considerada una de las más importantes de la lírica española de todos los tiempos.
Durante la Guerra Civil cultivó la llamada poesía de guerra: su fe republicana se plasmó en una serie de poemas reunidos en Viento del pueblo (1937), que incluyó la "Canción del esposo soldado", dirigida a su mujer, y otras creaciones famosas, como "El niño yuntero". También en este período concibe El hombre acecha (1939), que manifiesta su visión trágica de la contienda fratricida, y diversos textos dramáticos que se publicaron con el título Teatro en la guerra (1937).
Mientras se hallaba en la cárcel escribió Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941), donde hizo uso de formas tradicionales de la poesía popular castellana para expresar en un estilo conciso y sencillo su hondo pesar por la separación de su mujer y sus hijos y la angustia que le producían los efectos devastadores de la guerra